Buenos Aires nunca está más viva que de noche. Eso es lo que uno espera de la ciudad que inventó el tango. Las avenidas cobran vida con la gente que camina a restaurantes y teatros, especialmente en los barrios de Puerto Madero y Recoleta. A la gente le gusta vestirse bien y salir hasta el amanecer. Los barrios de Palermo y Belgrano atraen a multitudes de jóvenes que nunca empiezan la fiesta antes de las dos de la mañana.
Las opciones nocturnas son ilimitadas, hay para todos los gustos y edades. Restaurantes elegantes, pubs de moda y discotecas glamorosas esperan a los visitantes, mientras que los selectos bares a menudo ofrecen un ambiente acogedor para aquellos que buscan más intimidad. Si visita Buenos Aires no puede irse sin antes ir a un espectáculo de tango. Hay muchas milongas importantes, la mayoría en San Telmo, donde también usted puede ponerse a prueba. Después de la cena o una noche de baile, a los porteños les gusta tomar un café en uno de los innumerables cafés, conversar y quizás ver el amanecer.